Solo que me pregunto qué hay de inconsciencia en la inocencia. Tal vez esa inconsciencia es la que nos permitía de niños (y de jóvenes, si yo contara) correr riesgos, peligros, infortunios y también buenas suertes...casi sin pensarlo. Obviamente entonces no medíamos -no podíamos medir- las consecuencias de muchos de nuestros actos. Era otro mecanismo el que nos paraba.
Helena. Me gustaría que vieras la serie A través del lienzo, de Jean, te paso enlace:
Fackel "no perdis la innocència, no perdis la capacitat de posar-te vermell", he llegit alguna vegada. També he llegit alguna cosa sobre la crueltat de la innocència, relacionada amb el que tu dius.
Sobre aquest blog que m'enllaces, crec que ja en soc seguidora, però fa temps que no hi entro.
La innocència no està renyida amb el valor.
ResponEliminaNo, la innocéncia no està renyida amb la valentia, la determinació, Xavier.
EliminaSolo que me pregunto qué hay de inconsciencia en la inocencia. Tal vez esa inconsciencia es la que nos permitía de niños (y de jóvenes, si yo contara) correr riesgos, peligros, infortunios y también buenas suertes...casi sin pensarlo. Obviamente entonces no medíamos -no podíamos medir- las consecuencias de muchos de nuestros actos. Era otro mecanismo el que nos paraba.
ResponEliminaHelena. Me gustaría que vieras la serie A través del lienzo, de Jean, te paso enlace:
http://tulaevanescente.blogspot.com/
Gracias.
Fackel "no perdis la innocència, no perdis la capacitat de posar-te vermell", he llegit alguna vegada. També he llegit alguna cosa sobre la crueltat de la innocència, relacionada amb el que tu dius.
EliminaSobre aquest blog que m'enllaces, crec que ja en soc seguidora, però fa temps que no hi entro.
La innocència i la determinació juntes són magníficament irresistibles.
ResponEliminaCarme,
EliminaEstic d'acord amb tu!